Una empresa exitosa es el resultado de procesos bien encaminados a objetivos, con personal apto, buen ambiente laboral, y una correcta utilización de recursos para lograr objetivos claramente establecidos, en tiempo y forma, aspectos que se ven reflejados en diversos factores de productividad necesarios para alcanzar este cometido.
Una conjunción de lo administrativo, con la adecuada gestión de los recursos humanos, es lo que puede provocar la buscada sinergia de todos los engranajes que componen una organización.
Los elementos deben estar muy bien identificados, pues enfocarse en los puntos incorrectos dará como resultado el desperdicio de esfuerzos que se pudieron haber encaminado a las áreas que lo necesitaban, además de que no habrá una mejora en la productividad, incluso podría no haber crecimiento económico, por lo tanto, lo primero es, precisamente, establecer metas claras, a lo que se quiere llegar, esto servirá para enfocar los esfuerzos de toda la organización y trabajar en función de cumplirlas.
La adaptabilidad para la consecución de estas metas es un factor interno importante, porque depende a su vez (aunque no exclusivamente) de factores externos, como productos y servicios que una empresa necesita de un proveedor, debiendo tener en cuenta calidad y disponibilidad.
De igual forma debe haber un avance acorde con las nuevas tecnologías (otro aspecto externo), mostrando que se está a la vanguardia y a la altura de cualquier competidor en el campo, con trabajadores preparados con los conocimientos necesarios. Implementar nuevas tecnologías no solamente le da realce a la imagen empresarial, sino que al automatizar procesos la eficiencia se aumenta y el personal se actualiza al mismo tiempo, existe una reducción de costos y las labores se realizan de una forma más eficiente y ágil.
El capital humano es uno de los principales factores de productividad, motor de todo lo que la empresa quiera lograr. Si a una organización llega el talento con el perfil requerido, se avanza hacia la productividad laboral deseada, pero este aspecto es algo que no termina con la contratación de alguien, sino que se debe de seguir un proceso para mantener a los empleados, más cuando se estima que solamente el 50% de ellos decide quedarse en una empresa luego del primer año. Aquí es donde el departamento de Recursos Humanos debe poner en marcha las políticas necesarias para la retención de los integrantes de la empresa.
La gestión del equipo humano de trabajo consiste en darle oportunidades a los empleados, que sepan que pueden crecer profesionalmente, ascender de puesto, y aprender mediante capacitaciones, cursos e involucramiento en diversos proyectos que les representen un desafío del cual puedan obtener experiencia valiosa, todo esto de la mano del reconocimiento a las labores hechas, para lo que hay que estar al tanto de qué tan productivo es un trabajador, con la finalidad de saber, aparte de qué tanto está aportando a los objetivos organizacionales, cómo corresponderle.
Lo anterior sirve también para establecer un salario justo según funciones y aptitudes. Cuando un empleado está seguro de que su labor es valorada justamente, aumentará la productividad, se refleja de forma positiva en la calidad de su trabajo, y no pensará en buscar otras opciones.
La gestión necesita ejecución, aquí es donde entra la figura del líder, y es que un buen equipo de trabajo necesita de un liderazgo que lo guíe a conseguir resultados. El líder deberá ser capaz de propiciar una relación laboral para la consecución de objetivos y la comunicación entre todos los elementos. La falta de liderazgo genera conflictos, un vacío en la organización, y estancamiento, por lo que se necesita una persona con el talento de delegar funciones, habiendo observado previamente quién o quiénes son más aptos para desempeñar tal o cual actividad, entonces un líder debe poder ver las fortalezas de aquellos a los que está dirigiendo, y debe tener la inteligencia para cohesionarlos, de modo que se dé de forma orgánica un buen ambiente laboral.
Los trabajadores deben de estar todo el tiempo motivados para mantenerse en sintonía con las metas empresariales, es por eso que darles incentivos, como monederos electrónicos, lo cual es lo que el 80% de empleados prefiere recibir a fin de año, no es una mala idea, y los hace sentir parte realmente de una organización.
No basta con tener los recursos para una buena productividad, hay que mantenerlos y cuidarlos. Cuando lo que se invierte otorga beneficios, es cuando se sabe que se está en el camino correcto.