Cuidar la alimentación de los colaboradores ya no es solo un acto de buena voluntad. Es una estrategia legal, fiscal y de productividad avalada por la Ley de la Ayuda Alimentaria para Trabajadores.
Implementar esquemas de ayuda alimentaria adecuados protege la salud de los empleados e impulsa su desempeño y ofrece beneficios fiscales para las empresas en 2025.
La Ley de la Ayuda Alimentaria para Trabajadores es una normativa mexicana que promueve y regula los esquemas de apoyo alimenticio para empleados en el país.
Su objetivo principal es:
Desde su creación, esta ley ha buscado integrar la alimentación como parte del bienestar corporativo y como una estrategia preventiva de salud.
La ley establece dos mecanismos autorizados para otorgar la ayuda:
Además, es importante que recuerdes que la ayuda alimentaria no puede otorgarse en efectivo ni mediante métodos no previstos en la normativa.
Cumplir con esta estructura es esencial para acceder a los beneficios fiscales.
La implementación adecuada de la Ley de la Ayuda Alimentaria para Trabajadores trae consigo ventajas fiscales claras:
Estos incentivos permiten a las empresas optimizar sus costos fiscales mientras refuerzan su cultura de bienestar interno.
Los efectos de la ayuda alimentaria se extienden más allá de la salud física:
Estudios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS han demostrado que las empresas que invierten en alimentación saludable registran hasta un 25% menos de incapacidades laborales.
Para facilitar la aplicación de esta ley y optimizar los beneficios, existen soluciones como Up Sí Vale que permiten a las empresas:
Incorporar herramientas especializadas es una forma inteligente de hacer que la ley trabaje a favor de tu empresa.
La Ley de la Ayuda Alimentaria para Trabajadores representa mucho más que un beneficio fiscal: es una oportunidad estratégica para fortalecer la salud, el compromiso y la productividad de tu equipo.
Invertir en la alimentación de los colaboradores en 2025 no es solo cumplir con una obligación legal: es construir empresas más humanas, rentables y sostenibles en el tiempo.