El burnout es un problema de salud mental que afecta a los colaboradores y disminuye la productividad de las empresas. Se caracteriza por el agotamiento emocional y puede ser causado por una variedad de factores, incluyendo: demandas laborales excesivas, falta de recompensas o carencia de apoyos no económicos.
Ante esta preocupación, los incentivos laborales han surgido como una herramienta para combatir esta enfermedad que padecen 4 de cada 10 empleados en el país –según el Reporte de Riesgo Psicosocial en México– que consideran que su carga laboral es excesiva y se encuentran al borde del burnout.
Con esto en cuenta, las recompensas a los empleados no solo contribuyen a mejorar la satisfacción y el bienestar de los trabajadores, sino que también abordan directamente las causas subyacentes a este problema.
Los incentivos laborales van más allá de ser simples recompensas; son expresiones tangibles de reconocimiento y valoración que pueden tener un impacto positivo en la moral de los empleados.
Incluso, hay investigaciones que respaldan la efectividad de los incentivos para empleados en la mejora de su compromiso. Como la que hizo OCC Mundial en 2023, y que reveló que el 38% de los colaboradores están dispuestos a seguir en su trabajo si implementa algún tipo de bono laboral
Esta conexión entre el esfuerzo y la recompensa puede actuar como un amortiguador contra el agotamiento y fomentar un sentido de propósito en el trabajo.
Además, las tarjetas de incentivos ofrecen flexibilidad, adaptándose a diversas culturas corporativas y a las preferencias individuales de los empleados.
Ya sea que opten por comprar en línea algo que necesiten, como:
Algunas consecuencias que pueden detonarse son:
La falta de prestaciones e incentivos hace que los trabajadores estén menos felices y satisfechos con su trabajo, lo que afecta negativamente al clima laboral.
Los empleados que sufren de esto son menos propensos a ofrecer un buen servicio al cliente, lo que puede afectar negativamente y a las ventas.
La gente que padece de burnout es más propensa a dejar su trabajo, lo que puede causar costos de contratación y capacitación adicionales.
Esta enfermedad también puede dañar la imagen corporativa de una empresa al hacer que los trabajadores parezcan desmotivados, poco comprometidos y productivos. E incluso que hablen mal del negocio en redes sociales.
Al final, los incentivos laborales son de las mejores formas de recompensar a los trabajadores para prevenir el agotamiento mental y promover un entorno laboral saludable.
El invertir en el bienestar de los empleados sólo da como resultado un ganar-ganar para los dos lados.
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