Las aportaciones al IMSS representan uno de los pilares más importantes del sistema de seguridad social en México. Gracias a ellas, los trabajadores tienen acceso a servicios médicos, incapacidades, guarderías, pensiones y otros beneficios que garantizan su bienestar y estabilidad.
Para las empresas, cumplir correctamente con las aportaciones al IMSS no solo es una obligación legal, sino también una muestra de responsabilidad social y compromiso con su personal.
Las aportaciones al IMSS son las cuotas que tanto el empleador como el trabajador entregan al Instituto Mexicano del Seguro Social para financiar los servicios de salud y seguridad social.
De acuerdo con el Gobierno de México, estas contribuciones se dividen en distintas subcuentas:
Cada una tiene un porcentaje específico que el patrón debe calcular y pagar puntualmente ante el Instituto.
Las aportaciones al IMSS se financian de manera compartida entre tres partes:
Por ejemplo, según la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), en la subcuenta de Retiro, Cesantía y Vejez, el patrón aporta el 5.15%, el trabajador el 1.12% y el Gobierno Federal el 0.22%.
Este esquema compartido garantiza que los beneficios sean sostenibles y que los colaboradores acumulen derechos conforme cotizan.
El cálculo de las aportaciones al IMSS se basa en el Salario Base de Cotización (SBC), el cual incluye:
A partir de este salario, el IMSS determina las cuotas que el patrón debe pagar mensualmente. Por eso, registrar correctamente los ingresos de cada trabajador es esencial para evitar diferencias, multas o sanciones.
Cumplir correctamente con las aportaciones al IMSS genera ventajas tanto para las empresas como para los trabajadores:
Omitir o retrasar las aportaciones al IMSS puede tener consecuencias graves para la empresa:
Por ello, es fundamental revisar los reportes de pago y mantener actualizada la información de los empleados.
Las aportaciones al IMSS son más que un trámite contable: representan una inversión en la salud, seguridad y futuro de los colaboradores. Además, refuerzan la reputación de la empresa y garantizan el cumplimiento ante las autoridades laborales y fiscales.
Cumplir a tiempo y de forma correcta construye un entorno laboral más justo, estable y humano.