Salario Emocional

Ley Silla: lo que toda empresa debe saber para cumplir en 2025

Escrito por Redacción Up Sí Vale | Jul 28, 2025 7:54:03 PM

Desde junio de 2025, la Ley Silla es oficial y obligatoria en todo México y aunque en redes ha sido tema de dudas, esta reforma es un paso legal hacia la dignificación del trabajo, especialmente en sectores donde estar de pie es un mandato.

Más que una exigencia de mobiliario, es una señal de que la salud postural y el respeto al cuerpo también importan en la jornada laboral.

¿Qué establece la Ley Silla y por qué es relevante?

La Ley Silla reforma los artículos 132 y 423 de la Ley Federal del Trabajo.
Su objetivo es claro: garantizar el derecho a sentarse durante la jornada laboral si la actividad lo permite, sin afectar seguridad ni productividad.

Esto implica dos obligaciones clave para los centros de trabajo:

  • Proveer sillas ergonómicas o adecuadas.
  • Permitir el descanso sentado cuando no se esté en tareas activas.

La reforma responde a años de denuncias de trabajadores en comercio, vigilancia, servicios y atención al cliente, quienes pasaban turnos enteros de pie sin justificación operativa.

Además de cumplir la ley, las empresas pueden aprovecharla para prevenir riesgos ergonómicos y mejorar el bienestar laboral.

¿A quién aplica la Ley Silla?

Aplica a todos los centros de trabajo en México, tanto públicos como privados.
Pero su impacto es más evidente en sectores con alto contacto operativo, como:

  • Comercios y tiendas de autoservicio
  • Restaurantes y cadenas de comida rápida
  • Personal de vigilancia y seguridad
  • Atención al cliente, call centers y recepción

La clave está en analizar cada puesto, así que vale la pena preguntarse: ¿La función puede realizarse sentado sin afectar la operación?

Si la respuesta es sí, no proporcionar una silla sería una infracción directa.

Ejemplos claros: cajeros, recepcionistas o agentes telefónicos pueden cumplir su trabajo perfectamente sentados.

¿Qué deben hacer las empresas para cumplir con la Ley Silla?

Cumplir con la Ley Silla no se limita a poner una silla cualquiera. Requiere una implementación consciente, basada en estos pasos:

  • Evaluar puestos laborales para identificar funciones que permiten sentarse.
  • Proveer sillas adecuadas, ergonómicas, funcionales y en buenas condiciones.
  • Capacitar a supervisores y mandos medios para evitar prohibiciones arbitrarias.
  • Incluir este derecho en reglamentos internos y políticas de salud laboral.

El incumplimiento puede derivar en multas de hasta $250,000 MXN por persona afectada, según autoridades laborales.

¿Qué cambia en la cultura laboral con la Ley Silla?

La Ley Silla no solo modifica el mobiliario, cuestiona prácticas arraigadas que han sido normalizadas en ciertos entornos laborales.

Permitir sentarse no es sinónimo de flojera, sino de respeto al cuerpo, a la salud y a la dignidad de quien trabaja.

También abre la puerta para que áreas de Recursos Humanos:

  • Rediseñen espacios laborales con lógica humana
  • Reformulen criterios de supervisión
  • Impulsen culturas de cuidado y bienestar real

Lo que se discute no es si el colaborador descansa, sino si la empresa reconoce su humanidad mientras produce.

Al final, la Ley Silla no es una moda ni una medida simbólica: es una reforma con consecuencias legales, operativas y culturales.

Las empresas que la entiendan como una oportunidad para evolucionar —no solo como una carga administrativa— tendrán ventaja en la creación de entornos laborales más sostenibles.

Y si ya estás adaptando tu empresa a la Ley Silla, complementa esa acción con prestaciones que cuidan la salud, el descanso y la economía de tu equipo.


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