En el mundo fiscal, hay trámites que no se pueden pasar por alto, y uno de los más importantes son las declaraciones informativas.
Aunque no siempre implican el pago directo de impuestos, son igual de relevantes porque permiten al Servicio de Administración Tributaria (SAT) verificar que las operaciones, retenciones y pagos realizados por las empresas coincidan con los reportes de sus trabajadores y proveedores.
Cumplir correctamente con las declaraciones informativas evita sanciones, auditorías y errores que pueden afectar la reputación fiscal de una organización.
Las declaraciones informativas son reportes que las empresas presentan ante el SAT para detallar operaciones específicas realizadas durante un ejercicio fiscal.
No sustituyen a las declaraciones anuales o mensuales, sino que complementan la información sobre movimientos relevantes como sueldos, retenciones, operaciones con terceros o donativos.
De acuerdo con Cofide y CONTPAQi, su propósito principal es transparentar los flujos de dinero y garantizar el cumplimiento fiscal de todas las partes involucradas.
En otras palabras, las declaraciones informativas permiten al SAT cruzar datos y confirmar que la información financiera de las empresas y los contribuyentes coincida.
Las empresas mexicanas deben presentar distintos tipos de declaraciones informativas, dependiendo de sus operaciones y obligaciones fiscales.
Entre las más comunes se encuentran:
Cada tipo de declaración informativa tiene sus propios formatos, requisitos y fechas límite, por lo que contar con un sistema contable actualizado es indispensable.
Generalmente, las declaraciones informativas deben presentarse durante los primeros meses del año siguiente al ejercicio fiscal que se reporta.
Por ejemplo, las correspondientes al ejercicio 2024 deberán enviarse a más tardar en febrero o marzo de 2025, dependiendo del tipo de declaración.
El portal del SAT y herramientas contables como CONTPAQi o Veritas Fiscal facilitan el proceso en línea, reduciendo errores y tiempos administrativos.
No presentar las declaraciones informativas en tiempo y forma puede derivar en multas que van desde $15,000 hasta más de $70,000 pesos por cada obligación omitida, según el Código Fiscal de la Federación.
Además, el SAT puede considerar esta omisión como incumplimiento grave, afectando la opinión de cumplimiento fiscal de la empresa, lo que limita su participación en licitaciones o acceso a estímulos fiscales.
Buenas prácticas para presentar correctamente tus declaraciones informativas
Cumplir con las declaraciones informativas requiere organización y disciplina contable.
Algunas buenas prácticas incluyen:
Estas medidas permiten reducir errores, cumplir con los plazos y mantener la transparencia fiscal de la empresa.
Las declaraciones informativas no son un trámite más, sino una pieza esencial en la transparencia y cumplimiento fiscal de toda empresa.
Presentarlas correctamente no solo evita sanciones, sino que fortalece la confianza ante autoridades, clientes y socios.
Cumplir con las declaraciones informativas es una muestra de responsabilidad empresarial y un paso clave para mantener la estabilidad y reputación fiscal ante el SAT.
En un entorno cada vez más digital y regulado, la información bien reportada es la mejor defensa de una empresa sólida y confiable.